domingo, 8 de junio de 2008

"La Ciencia del sueño" de Gondry. 7/10


La ciencia del sueño, cuarta película dirigida por el alabado director francés Michael Gondry, fue estrenada durante el año 2006, con bandera francesa y vitola de film independiente para todos los gustos y edades.

En esta obra podemos ver, por primera vez, al realizador europeo solo ante la creación de un film, del que escribió el guión para después dirigirlo. Está acompañado por uno de los actores de moda latinos, Gael García Bernal, que protagoniza su primera cinta francesa y, en ella, realiza un ejercicio lingüístico encomiable, ya que en ella habla y mezcla en su discurso hasta tres idiomas con soltura y gracia.

“The Science of Sleep” intenta mantener el nivel de narración mágica que vimos en la obra dirigida por Gondry que le llevo al estrellato, “Olvídate de mí”, pero no la logra emular, hay algo que cojea durante la película porque las piezas no encajan, el concepto choca contra un elemento que tiene nombre y da sombra, la verosimilitud. No resulta creíble esta adaptación global de la vida en sueños, ni crea empatía la historia del chico torpe que llega a Francia a vender sus cuadros y que se termina enamorando de una chica fea.

La supuesta estupidez esquizofrénica del personaje que interpreta García Bernal no convence, sólo inclina nuestro baremo a una especie de concienciación de que, pese a no ser así la vida, debería ser de esta forma, ya que la hace más bella o, como poco, más entretenida.

Las piezas que conforman la vida onírica de la “Ciencia del sueño” son los fragmentos más destacables. La simpleza técnica da paso a buenas ideas que reposan en un recorrido irregular. El comienzo y el final son magníficos, se percibe la sensibilidad del director para con la historia. Por esta razón, sorprende la torpeza en la que se desarrollan los sueños en otras partes. Parece que Gondry no dominó en ningún momento el hilo conceptual de la cinta, con lo que creó un film desequilibrado que vara en tierra de nadie demasiado tiempo, en donde se alargan escenas en un innecesario regocijo narcisista o se acortan para que el metraje siga ciertas normas temporales del cine moderno.

Después de la excelente “Olvídate de mí”, muchos vieron en Gondry un nuevo exponente del buen cine estadounidense, acompañado con perfección sincrónica por el oscarizado guionista Charlie Kaufman, autor de las obras más originales e insólitas de últimos tiempos, entre ellas, también fue el escritor de la primera obra del director francés titulada “Human Nature”.

Después de sendas películas, Michel Gondry se desembarazó del guionista ya que éste le empezaba a hacer demasiada sombra, por consiguiente, comenzamos a ver al verdadero Gondry, sin máscaras ni nadie que lo respaldase. Decidió, para iniciar su independencia, realizar un documental titulado “Bloc Party” que no tenía grandes pretensiones sobre la figura del humorista afroamericano Dave Chappelle, en la que nada parecía mostrar los senderos por los que transitaría en el campo de la ficción el director de Versalles.

Después llegó la película que aquí nos atañe, esta es de visionado obligado para el que quiera conocer la salud del cine diferente que se realiza en la actualidad, pero decepciona que un film tan inmerso en la experimentación, no invente nada nuevo, ni explore con otros ojos lo ya conocido.

Etiquetas: ,