lunes, 28 de julio de 2008

Herzog planta cátedra. 7/10


Destacable documental de uno de los mejores documentalistas vivos que existe, Herzog extrae historias fantásticas de la vida real, las analiza e investiga para después rodarlas con tantas dosis de talento como de emotividad. "El país del silencio y la oscuridad" no es una excepción en la carrera del autor alemán.
De esta película no hay mucho de lo que escribir, ya que responde a la quintaesencia del género al mostrar unos hechos, sin alterarlos en demasía, dejando que el espectador juzgue y genere sus propias emociones. Esta cinta hay que verla en silencio y bajo la reflexión del que descubre algo.
El tema y los personajes hacen de la película documental una muestra interesante y útil, necesaria para quién le interese saber cómo vive una parte importante de los discapacitados del primer mundo, si sirve como ejemplo la Alemania de los años 70. Nunca había visto tan desarrollado en un film cómo se focaliza la vida una persona que esté ciega y sorda. Las dificultades que todos nos imaginamos, se plasman con nitidez, pero Herzog demuestra suficiente educación al ahorrarnos los detalles escabrosos o de mal gusto.
Se hace especialmente dura la película con los casos de los niños que nacieron bajo ambas desgracias, sobre todo el caso del chico que se tira balones a la cara, porque la vida de todos ellos apenas aún han empezado y sólo les espera retraso mental e inhabilitación oficial y eterna para la normalidad.
La cinta es triste por momentos, pero el nexo de todas las historias, una mujer ciega y sorda que trabaja para una asociación en apoyo de la enfermedad, se encarga de infundir ánimos a cada uno de los implicados en el film, con su vitalidad y buen humor agrada al inválido que no le entiende, y ayuda a expresarse a quien le cuesta horrores. Una santa viva, si se me permite la blasfemia.

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sábado, 26 de julio de 2008

"Las horas" . 7/10


El primer día que amaneces sin vida, para muchos que no te conocen, puede resultar un día más, sin importancia, demasiado apático, sí, demasiado triste, también. Duermes más de la cuenta, faltas al trabajo, llamas en una mentira triste para decir que estás enfermo, todo solucionado, el día sigue ya que te tumbas en la cama y sigues durmiendo, o dormitando o dejando que las horas pasen adquiriendo peso según transcurren.

El tiempo transcurre, no evoluciona. Es una línea recta sin curvas emocionantes, sin carreras al infinito, sin novias con las que pierdes el sentido, ni sentidos qué hacen de esta curva algo por lo que dé gusto girar, torcer y dar la vuelta.

Dar la vuelta es inalcanzable si estás hundido de pies para arriba, sin olvidar el centro. El núcleo lo es todo, la bisectriz de la soledad engarza versos de un poema inacabado, donde ruedas y giras sobre un bucle que se distorsiona a tu paso, para retomar el orden cuando continúas en dirección al vacío. A mitad de camino, el bucle se transforma en una espiral jubilosa de triunfo, ya que caes y tu grito se expande a la vez que se pierde. Chillidos de terror te despiertan a las cinco de la tarde, vuelves a amanecer sin vida, ya has perdido el sentido de la orientación, porque se acerca la noche o el día o las madrugadas y la tarde en la que vives se apaga de nuevo, lo hace cuando vuelves a dejar caer los párpados para amortiguar el dolor por seguir contemplando la cama, la habitación y los dolientes rayos de luz que se apagan a través de las persianas.

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domingo, 8 de junio de 2008

"La Ciencia del sueño" de Gondry. 7/10


La ciencia del sueño, cuarta película dirigida por el alabado director francés Michael Gondry, fue estrenada durante el año 2006, con bandera francesa y vitola de film independiente para todos los gustos y edades.

En esta obra podemos ver, por primera vez, al realizador europeo solo ante la creación de un film, del que escribió el guión para después dirigirlo. Está acompañado por uno de los actores de moda latinos, Gael García Bernal, que protagoniza su primera cinta francesa y, en ella, realiza un ejercicio lingüístico encomiable, ya que en ella habla y mezcla en su discurso hasta tres idiomas con soltura y gracia.

“The Science of Sleep” intenta mantener el nivel de narración mágica que vimos en la obra dirigida por Gondry que le llevo al estrellato, “Olvídate de mí”, pero no la logra emular, hay algo que cojea durante la película porque las piezas no encajan, el concepto choca contra un elemento que tiene nombre y da sombra, la verosimilitud. No resulta creíble esta adaptación global de la vida en sueños, ni crea empatía la historia del chico torpe que llega a Francia a vender sus cuadros y que se termina enamorando de una chica fea.

La supuesta estupidez esquizofrénica del personaje que interpreta García Bernal no convence, sólo inclina nuestro baremo a una especie de concienciación de que, pese a no ser así la vida, debería ser de esta forma, ya que la hace más bella o, como poco, más entretenida.

Las piezas que conforman la vida onírica de la “Ciencia del sueño” son los fragmentos más destacables. La simpleza técnica da paso a buenas ideas que reposan en un recorrido irregular. El comienzo y el final son magníficos, se percibe la sensibilidad del director para con la historia. Por esta razón, sorprende la torpeza en la que se desarrollan los sueños en otras partes. Parece que Gondry no dominó en ningún momento el hilo conceptual de la cinta, con lo que creó un film desequilibrado que vara en tierra de nadie demasiado tiempo, en donde se alargan escenas en un innecesario regocijo narcisista o se acortan para que el metraje siga ciertas normas temporales del cine moderno.

Después de la excelente “Olvídate de mí”, muchos vieron en Gondry un nuevo exponente del buen cine estadounidense, acompañado con perfección sincrónica por el oscarizado guionista Charlie Kaufman, autor de las obras más originales e insólitas de últimos tiempos, entre ellas, también fue el escritor de la primera obra del director francés titulada “Human Nature”.

Después de sendas películas, Michel Gondry se desembarazó del guionista ya que éste le empezaba a hacer demasiada sombra, por consiguiente, comenzamos a ver al verdadero Gondry, sin máscaras ni nadie que lo respaldase. Decidió, para iniciar su independencia, realizar un documental titulado “Bloc Party” que no tenía grandes pretensiones sobre la figura del humorista afroamericano Dave Chappelle, en la que nada parecía mostrar los senderos por los que transitaría en el campo de la ficción el director de Versalles.

Después llegó la película que aquí nos atañe, esta es de visionado obligado para el que quiera conocer la salud del cine diferente que se realiza en la actualidad, pero decepciona que un film tan inmerso en la experimentación, no invente nada nuevo, ni explore con otros ojos lo ya conocido.

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martes, 27 de mayo de 2008

"Una verdad comercial de Al Gore". 8/10


(Antes de que lean el análisis crítico, quiero destacar que el mismo fue hecho, conjuntamente, con Iara Houghton hace ahora un año)

Una verdad Incómoda es una película documental realizada por Al Gore, vicepresidente durante el gobierno de Clinton y político de relevancia mundial, estrenada en el 2006, que trata sobre los aspectos científicos del calentamiento global, así como de su impacto social y medioambiental. Con un tono dramático y personalista, el político, usando numerosos datos estadísticos, redunda sobre las consecuencias que estos hechos causarán en nuestro planeta, si no detenemos esta catástrofe ecológica.

El film se centra en una de las conferencias del norteamericano, que realiza desde que perdió las elecciones presidenciales en el año 2004. En el documental se intercalan piezas audiovisuales que resaltan aspectos relevantes de su trayectoria personal, narradas en voz en off, de manera conmovedora, mientras vemos fotografías reales de su vida.

Por medio de una división tripartita, Davis Guggenheim, director y guionista del proyecto, estructura la narración de la siguiente forma:

A) Presentación de Al Gore e introducción del cambio climático. También relaciona su implicación en el problema a partir de dos hechos claves, como fueron sus experiencias con algunos profesores de su facultad y el accidente que casi lleva a la muerte a uno de sus hijos cuando tenía seis años.

B) Consecuencias del cambio climático. Es el nudo del documental, por tanto, la parte más extensa. Con la ayuda de diversos gráficos y estadísticas, se explican en profundidad efectos del calentamiento global, como son los huracanes, precipitaciones concentradas, incremento de las sequías, glaciaciones, pérdida de biodiversidad y deshielo, con la consecuente subida del nivel del mar.

Paralelamente, se introducen los siguientes dramas: el huracán Katrina que sacudió a Nueva Orleans; la importancia que tuvo, en la afronta del problema, su infancia entre Washington D.C. y un rancho en el midwest norteamericano; la frustración que sintió cuando perdió las elecciones.

C) Causas del cambio climático y denuncia de la política medioambiental de EEUU. Apunta tres causas fundamentales: superpoblación del planeta; quema y tala de bosques y emisiones de gases de efecto invernadero.

Entre el discurso introduce: su relación con los científicos chinos; paralelismo de la muerte por cáncer de su hermana y el desgaste del planeta; fraude científico; objetivo de Al Gore: concienciación mundial y éxitos de EEUU sociales y medioambientales.

“Al Gorismo”. Este documental no se entendería sin el énfasis sobre Al Gore. Su implicación con el cambio climático toma tanto protagonismo como el conflicto en sí, está determinada con puntos clave de su vida, mencionados en la sinopsis precedente.

Detectamos cierto egocentrismo en algunas frases, como la que dirigió a científicos estadounidenses cuando se negaban a mostrar el evidente deshielo del permafrost: “yo fui allí para persuadirles de que lo mostraran”. También notamos un discurso ególatra, en el momento en que sus viajes y sus amigos predominan sobre datos esenciales. Su “incesante” búsqueda de la verdad alrededor del mundo constituye un “al gorismo” destacado.

El tratamiento lingüístico y audiovisual refuerza la imagen demiúrgica del político porque aporta dramatismo. Para su lucimiento personal se abusa de los primeros planos y de la teatralidad del norteamericano; por otra parte, la voz en off, las frases cortas enfatizadas y los adjetivos hiperbólicos sensibilizan al espectador.

“USAcentrismo”. Consideramos que es un documental dirigido, especialmente, al pueblo estadounidense. El “nosotros” está presente en toda la película, implicando, con persistencia, al espectador norteamericano.

Destacamos varias referencias: EEUU, como mayor contribuyente de CO2 al planeta; fraude científico focalizado desde el Parlamento estadounidense; la industria automobilística norteamericana resulta ineficiente energéticamente; único estado desarrollado, junto a Australia, que no ha ratificado el protocolo de Kyoto; mención a la falta de voluntad política de la administración Bush; conquistas sociales y ecológicas de USA a lo largo de la historia; prominencia de imágenes cercanas que emocionan al público norteamericano, como por ejemplo el hipotético hundimiento del monumento conmemorativo a las víctimas del 11S.

Labor pedagógica. Sin duda, el objetivo prioritario del documental es el de concienciar a los espectadores del problema que supone el calentamiento global. Por este motivo, utiliza con recurrencia la animación, para explicar de forma sencilla algunos aspectos científicos.

Hay tres puntos que debemos destacar: En los títulos de crédito aparece una batería de recomendaciones que los ciudadanos pueden seguir para paliar los efectos del cambio climático; “hacer lo correcto nos impulsa hacia delante” y “separar la verdad de la ficción, los avisos deben ser escuchados”, dos frases apelativas fundamentales, situadas en distintos momentos de la narración, que buscan aunar esfuerzos en este conflicto.

Datos estadísticos. Para entender el impacto del documental en la sociedad, nos tenemos que remitir a la prominencia que portan los gráficos y las estadísticas en el desarrollo de la narración, apareciendo, puntualmente, de forma espectacular; si nos quedaba alguna duda sobre el increíble aumento de las temperaturas durante las últimas décadas, Al Gore subido a una grúa, representando lo exagerado del dato, elimina el error. Vemos fascinantes gráficos que muestran el aumento de temperatura del mar, las corrientes marinas, el aumento del CO2, la aparición de nuevas enfermedades infecciosas, gráficas que comparan a la actualidad con pasadas glaciaciones, entre otras.

Durante la conferencia, en ningún momento dejamos de ver las gráficas, creando un espacio de triple plano visual (una pantalla central y dos plasmas), que sirven al espectador para no perderse las estadísticas mientras enfocan en un plano medio a Al Gore.

Crítica al gobierno de Bush. Para Gore, el cambio climático es tanto un problema político como moral. Aunque no lo hace de forma explícita, critica a la actual administración. Lo podemos comprobar cuando ironiza sobre un profesor, equivocado en sus teorías, al que contrata Bush para que le asesore; “tenemos la capacidad para reducir las emisiones de CO2, pero falta la voluntad política. Sin embargo, tenemos la suerte de que, en este país, la voluntad política es un recurso renovable” y “es posible que debamos preocuparnos de otros problemas además del terrorismo”, dos frases con bastante beligerancia política; reprocha la falsa elección del gobierno de Bush entre economía y medio ambiente. Finalmente, en los títulos de crédito aparece alguna indicación tendenciosa, respecto a la dirección en la que debe ir el voto en las próximas elecciones.

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jueves, 22 de mayo de 2008

"Tierra" de Médem. 8/10


“Tierra”, de Julio Médem, fue estrenada durante el año 1996 sin crear demasiada polvareda. Fue continuadora estilística de las primeras dos obras del autor, “Vacas” y la “Ardilla Roja”. En Tierra, Médem conserva gran parte del plantel de actores de sus primeras obras. Posiblemente, la tercera es la mejor de las tres, ya que muestra en cada uno de sus fotogramas mayor madurez y complejidad.

“Tierra” resulta ser una fantasía prodigiosa, fascinante, paladeamos lo que debe ser estar durante casi dos horas en la mente de un nuevo genio, Julio Médem, guionista y valedor intelectual del proyecto. Contemplamos que la grandiosidad de la obra deja anonadado a quién la ve, sobre todo por su mundo de las ideas en donde cualquier entelequia placería a su gusto.

El lema creativo del film podría ser “la imaginación al poder”, puesto que todo circunda, fuera y dentro del producto final, alrededor de esta premisa. El protagonista acusa su imaginación hasta que le lleva a una locura hermosa; el director, previsible deudor de la demencia imaginativa, entrelaza los paradigmas y ensoñaciones en una obra heredera de Shakespeare por su sagaz método creativo, donde la predisposición a la belleza discursiva de Ángel, el personaje que encarna Carmelo Gómez, lidia con finura en cada una de las conclusiones reflexivas, mostrando una amalgama de frases sublimes e intenciones inmejorables.

Cabe la posibilidad de que yerre Médem en alguna parte de la historia donde resulta algo previsible. Médem también se pasa de revoluciones en el manejo de la historia, desvirtuando lo que parecía ser una fábula. Finalmente, abusa de la simplicidad de algunos personajes y de la complejidad de otros, y esto provoca un desnivel que, en algunas ocasiones, es difícil de saltar por el espectador, aunque este presuma de ser muy avezado. Para dar un ejemplo, sobran los minutos nucleares del padre del personaje que interpreta Emma Suárez, porque el personaje ya estaba desnaturalizado dentro de la película desde su maravillosa intervención al principio de la misma.

En esta película, la cacareada calidad musical de Alberto Iglesias no pasa de ser un buen acompañamiento, que no impresiona, pero de forma directa y, puntualmente, agresiva, pone el punto sobre la i.

Tierra rezuma las mejores características del cine europeo y mundial. Médem ostenta la bandera surrealista en el anodino cine español, en donde hay demasiadas denuncias y pajaritos que no encuentran el norte. La recomendación es clara y sin ambages, si la sumamos a las positivas “Los amantes del círculo polar” y “La ardilla roja”, todas ellas convierten al director donostiarra en el mayor exponente del cine español disímil.

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viernes, 16 de mayo de 2008

La depravación moral de Ferrara. 7/10


“Teniente corrupto” es la sexta película de Abel Ferrara, fue rodada en el Nueva York de principios de los 90 y estrenada en el 93 con el consiguiente revuelo por su argumento que no deja de hurgar la moral.

Este film de Ferrara es una muestra perfecta de lo que debió ser el cine independiente americano en los noventa. Entre sus muchas virtudes, destaca la irreverencia de la obra ante el espíritu bienpensante e idealista americano. Esta obra supone un sopapo a los cuerpos de seguridad del estado, muchas veces enaltecidos por el cine hollywoodiense cuando incorpora, en casi cada historia que cuenta, a superpolicías patriotas que visten una moralidad intachable y a los que sólo se les permite pecar, si después les llega una insondable redención o un castigo más que merecido.

La película es provocadora porque se escoge a uno de las instituciones más sensibles de cualquier sociedad democratizada y se la tacha de corrupta, frívola, ociosa, supervalorada, lardosa, que posee toda la mala fe del mundo y de la que nadie en su sano juicio podrá hablar bien sin sufrir acto seguido de una noma mortal.

“Teniente corrupto” no es del todo original, porque a lo largo y ancho de la historia del cine ya nos han contado lo del “poli malo”. Lo que sí supone específico en esta película de Ferrara es el ambiente de extraña normalidad en la que nos inmiscuimos. Si comprendemos el objetivo ambiental del film, no es de extrañar que la primera escena en la que aparece Harvey Keitel sea en una acción de curiosa cotidianeidad, cuando recoge a sus hijos maleducados, en apariencia, producto de una educación de un padre despreocupado.

El papel de Keitel es memorable, parece que fue hecho a su medida y nos hace imaginar que Ferrara debió pensar en él mientras escribía el guión. La etopeya del personaje varía durante “Teniente corrupto”, su rostro gélido y mirada perturbada, en algunas ocasiones, deja paso a destellos de humanidad patética. La vileza que contemplamos esconde erupciones de bondad y compresión inimaginables en un personaje plano y mal planteado, por lo que se revela el guión de Zoe Lund y de Abel Ferrara como una verdadera revelación intrínseca.

La contrición final de Keitel ante el delirio jesuita, hace más gracia que acongoja, pero merece un aplauso la valentía por poner a Jesús en una historia cuando no se le requería, como figurante de la vida, como el negro que le dio sangre .

Lo negativo de “Teniente corrupto”, además del título, ruda simplicidad, es la escasa capacidad expresiva de la fotografía y de la iluminación durante casi todo el film, con escenas mal encuadradas, luz demasiado directa y ambiente irreal demasiado a menudo.

“Bad Lieutenant” es recomendable por la fortaleza de su guión, originalidad noventera y porque deja la sensación en el espectador de una profunda plenitud cuando termina la película, ya que, como poco, la cinta propone un ejercicio intelectual indudable, además de un juicio moral a varias bandas.

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miércoles, 14 de mayo de 2008

"El hombre con la cámara" de Vertov. 8/10


El director polaco Dziga Vertov realizó, en el año 1929, un documental que llevó como título “El hombre con la cámara”. Resultó ser la película soviética que plantea la más profunda, densa y compleja reflexión sobre la vida y las costumbres de San Petersburgo y de la “benjamina” URSS comunista.
La cinta no obvia los valores morales y económicos que conformaron al segundo bloque más importante en poder e influencia, después de EEUU, durante el siglo XX. Destaca la exaltación de las asociaciones obreras que, según la película, aportan orden y control en la sociedad, junto con las ínfulas actividades deportivas que práctica una sociedad en ebullición.

El film es una muestra, sobre todo, de la cotidianeidad de un país que despierta en un nuevo régimen. La óptica de la cámara es puramente humanista, no deja de extrañar que en un estado colectivista y estatalista como era la URSS, saliesen productos de expresión individualista del estilo de la película de Vertov.

En la película se trasluce cierta dosis de propaganda que no molesta en demasía por su escasez, resalta la figura de Lenin como líder espiritual de la revolución. Uno de los aspectos más criticados del cine soviético es su inserción en la maquinaria de propaganda, con la consecuente pérdida de calidad e independencia creativa. Sin embargo, en “Chelovek s kino-apparatom” la aparición de la propaganda da la sensación que es más una renta al sistema que una intención primordial del director y guionista polaco.

Los aspectos técnicos de “El hombre con la cámara” sorprenden al más escéptico que se atreva a creer en lo arcaico del cine mudo. La comparación audiovisual entre la película de Vertov y “Naqoyqatsi” (Godfrey Reggio, 2002) puede parecer muy osada, pero desde el punto de vista del ritmo visual, lo único que realmente se puede comparar, se revela la película soviética como la predecesora conceptual de la maravilla de Reggio. El montaje de Vertov está influenciado por el constructivismo y el futurismo, Reggio adsorbe esta concepción del ritmo pero le agrega una dinámica digital que provoca un resultado más compacto y moderno. La velocidad, el riesgo y la planificación de los planos son símbolos de una cultura cinéfila soviética que, en este documental de Dziga Vertov, supone el cenit de la experimentación cuando el 7º arte no era ni tal considerado.

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